La dignidad y la justicia son femeninas, hoy más que nunca reflejadas en el rostro de la Doctora FANNY GONZÁLEZ FRANCO, quien perdió la vida en medio del cruento ataque a la justicia de 1985, un hecho que intentó incinerar la justicia misma, para ocultar verdades que quedaron atrapadas entre providencias proyectadas y debates en Sala que nunca llegaron a concluirse; debates orgullosamente impulsados también por una mujer, una MAGISTRADA DE LA SALA LABORAL, hasta hoy casi desconocida por la sociedad colombiana, la cual ha centrado su atención en el trabajo masculino de los juristas de las altas cortes, invisibilizando a la única mujer que alcanzó el máximo honor en la Rama Judicial. A ella, nuestro agradecimiento por abrir camino a tantas otras que han merecido tan alta distinción, y a todos los juristas caídos, nuestro respeto por su excelsa labor. Por todas las fallecidas y fallecidos, lamentamos que no hayan contado con las condiciones necesarias para preservar su vida; y a las víctimas, familias, amigos y empleados, les reafirmamos nuestro compromiso de defender las instituciones y la democracia, con el mismo coraje y gallardía que demostró la doctora FANNY GONZÁLEZ FRANCO.